En 1998, el Senado creó un servicio administrativo permanente en Bruselas, encargado de las relaciones directas con el conjunto de las instituciones europeas, la Comisión , el Parlamente o el Consejo. A este fin, el servicio administrativo dispone de una oficina en el seno de la Representación Permanente de Francia ante la Unión Europea y de otra oficina en el Parlamente Europeo.

El papel principal del servicio consiste en proporcionar a los senadores la información necesaria para una intervención en un plazo adecuado, por ejemplo sobre las iniciativas previstas a nivel europeo, antes de que se adopten decisiones formales al respecto.

Este servicio tiene igualmente como misión integrar la dimensión europea en el marco de un debate nacional.