N.° 642

SENADO

SESIÓN EXTRAORDINARIA DE 2019-2020

Registrado en la Presidencia del Senado el 15 de julio de 2020

DOCUMENTO INFORMATIVO

HECHO

en nombre de la comisión de asuntos exteriores, de defensa y de las fuerzas armadas (1) sobre el sistema de combate aéreo del futuro (SCAF) ,

Por Ronan LE GLEUT y Hélène CONWAY-MOURET,

Senadores

(1) Esta comisión está formada por: Christian Cambon , presidente; Pascal Allizard, Bernard Cazeau, Olivier Cigolotti, Robert del Picchia, Jean-Noël Guérini, Joël Guerriau, Pierre Laurent, Cédric Perrin, Gilbert Roger, Jean-Marc Todeschini , vicepresidentes; Joëlle Garriaud-Maylam, Philippe Paul, Marie-Françoise Perol-Dumont, Olivier Cadic , secretarios; Jean-Marie Bockel, Gilbert Bouchet, Michel Boutant, Alain Cazabonne, Pierre Charon, Hélène Conway-Mouret, Édouard Courtial, René Danesi, Gilbert-Luc Devinaz, Jean-Paul Émorine, Bernard Fournier, Sylvie Goy-Chavent, Jean-Pierre Grand, Claude Haut, Gisèle Jourda, Jean-Louis Lagourgue, Robert Laufoaulu, Ronan Le Gleut, Jacques Le Nay, Rachel Mazuir, François Patriat, Gérard Poadja, Ladislas Poniatowski, Christine Prunaud, Isabelle Raimond-Pavero, Stéphane Ravier, Hugues Saury, Bruno Sido, Rachid Temal, Raymond Vall, André Vallini, Yannick Vaugrenard, Jean-Pierre Vial, Richard Yung .

LO ESENCIAL

El programa del sistema de combate aéreo del futuro (SCAF) es indispensable para la renovación de la aviación de combate de Francia, Alemania y España para 2040 (fecha de fin del servicio del Rafale y del Eurofighter Typhoon). También es esencial para preservar la autonomía estratégica y la base industrial y tecnológica de la defensa europeas .

La construcción, con nuestros socios alemanes y españoles, de un sistema de combate aéreo de nueva generación, permitirá disponer de las mejores tecnologías y hacer frente a todas las amenazas en las próximas décadas

Al término de sus trabajos, la misión identificó cuatro retos principales para el programa SCAF: superar una nueva etapa a comienzos de 2021 para hacer que el programa sea irreversible; estar a nivel de los desafíos de 2040-2080 (vida útil probable del SCAF); hacer que la cooperación industrial sea lo más eficaz posible evitando las dificultades encontradas por algunos de los programas de cooperación anteriores; tener en cuenta la dimensión europea y la existencia de un programa competidor, el Tempest. La misión presenta propuestas concretas para cada uno de estos retos.

I Hacer que el programa SCAF sea irreversible antes de mediados de 2021

El SCAF es esencial y estructurante para las próximas décadas. Sin embargo, el compromiso financiero actual, con un primer contrato de 65 millones de euros para el estudio de concepto conjunto y, después, un segundo contrato de 155 millones de euros para la fase 1A del desarrollo del demostrador, sigue siendo demasiado limitado para evitar cualquier marcha atrás. Las negociaciones, que culminaron con el acuerdo franco-alemán sobre la primera fase del programa, fueron arduas. La vigilancia sigue siendo necesaria para que el programa no experimente un bloqueo definitivo o un retraso demasiado importante. En este contexto, los próximos doce meses serán cruciales para encontrar un nuevo acuerdo, en particular sobre la cuestión de la propiedad industrial y el pilar “tecnología de sigilo”, y para acelerar la implementación del programa.

Propuesta 1 : Dar prioridad a la firma, a comienzos de 2021, de un contrato marco global para continuar el desarrollo del demostrador del SCAF hasta 2025/2026, en lugar de una sucesión de contratos que requieran una reiterada validación política.

Propuesta 2 : Mejorar el entendimiento mutuo entre los tres socios; definir y publicar una “estrategia industrial de defensa conjunta” que incluya una programación provisional de los proyectos conjuntos.

Propuesta 3 : Alentar a los tres socios a acelerar el calendario del SCAF, para que forme parte de los planes de reactivación de la actividad económica posterior al coronavirus. Prever así que el programa finalice antes de 2040.

Propuesta 4 : Invitar al socio alemán a firmar, con el socio español, un acuerdo sobre las exportaciones de armamento similar al firmado con Francia.

II Desarrollar las tecnologías necesarias para que el SCAF sea realmente revolucionario en 2040

El SCAF debe sustituir a los sistemas de combate aéreo actuales (Rafale y Eurofighter) en el horizonte de 2040 y permanecer en servicio hasta 2080 o incluso más. La rápida evolución de las tecnologías en materia de aviación de combate, pero también de inteligencia artificial, intercambio de datos, nube de combate, guerra electrónica e incluso misiles de hipervelocidad, así como los esfuerzos realizados por nuestros principales adversarios y aliados para desarrollar sistemas cada vez más eficientes, hacen que sea necesario mirar más allá de 2040. El reto es evitar la realización de un sistema de combate que estaría obsoleto desde su puesta en servicio . En el programa también se debe tener en cuenta la dimensión ética y legal de la inteligencia artificial.

Propuesta 5 : Considerar la inteligencia artificial como un “pilar transversal” del SCAF, que debe desarrollarse previendo el campo de aplicación más amplio posible. Reactivar los debates internacionales sobre los sistemas de armas autónomos letales (SALA) para alcanzar un marco legal claro, de acuerdo con la ética y los principios del derecho internacional humanitario.

Propuesta 6 : Considerar el pilar “nube de combate” como una prioridad del mismo nivel que el avión y el motor. Preparar desde ahora la integración de la nube de combate del SCAF con el Sistema de Información y Mando (SIC) Scorpion

Propuesta 7 : Realizar las inversiones necesarias para equipar el demostrador previsto para 2026 con el motor M88 (motor del Rafale) o una evolución del mismo.

Propuesta 8 : Al mismo tiempo que se trata de obtener las mayores prestaciones posibles, integrar las preocupaciones ambientales desde el inicio del programa SCAF.

III Para una cooperación industrial eficaz y equilibrada

La experiencia de algunos programas de cooperación internacional de defensa, como el A400M, ha conducido a implantar, para el SCAF, una organización industrial muy estructurada . Se organiza en siete pilares: avión, motor, “remote carriers” (operadores remotos o conectados), nube de combate, simulación/coherencia, y próximamente tecnología de sigilo y sensores. Se ha nombrado un líder y un socio principal para cada uno de estos pilares. Aunque Francia puede contar con sus industriales de defensa de primera fila, que ya han demostrado sus conocimientos en los principales ámbitos concernidos por el programa, el posicionamiento de los subcontratistas no debe descuidarse , con una preocupación de equilibrio industrial global. También es preciso solucionar la cuestión de la propiedad industrial según los principios fundamentales ya validados por el acuerdo franco-alemán de diciembre de 2019 .

Propuesta 9 : Apoyar durante toda la duración del programa SCAF el principio del Mejor atleta (o “Best Athlete”: el que ya haya demostrado tener la competencia será el líder) para evitar los errores del programa A400M, al mismo tiempo que se permanece atento a la participación de las Pymes y de las empresas de tamaño medio francesas de defensa en el programa.

Propuesta 10 : Consolidar la posición del socio español en el pilar “sensores”.

Propuesta 11 : En materia de propiedad intelectual, proteger el “background” de los industriales. Prever un uso del “foreground” (las tecnologías que emergen durante el desarrollo) equilibrado: garantizar a cada país participante la posibilidad de mantener y hacer evolucionar el SCAF después de su puesta en servicio; proporcionar una protección adecuada de las innovaciones.

Propuesta 12 : Integrar a la ONERA (Oficina Nacional francesa de Estudios e Investigaciones Aeroespaciales) en el programa SCAF, a un nivel justo teniendo en cuenta las competencias eminentes de este organismo en materia de aviación de combate. Incitar a los industriales a que recurran a la ONERA para la subcontratación.

IV Dar al programa SCAF una dimensión europea

Aunque el programa SCAF por ahora es un proyecto franco-alemán-español, la posibilidad de encontrar sinergias con los instrumentos europeos de defensa, así como el objetivo de exportabilidad, deben conducir a considerar, cuando llegue el momento, una ampliación de la cooperación . Por otra parte, sería imprudente no tener en cuenta el programa Tempest.

Propuesta 13 : Esforzarse por ampliar el programa SCAF, en sus siguientes etapas (después de 2026), a nuevos países europeos. Desarrollar entonces las sinergias con los instrumentos europeos de defensa (PEDID, CEP y FEDef), en particular desde el punto de vista de la implantación de estándares de interoperabilidad europeos.

Propuesta 14 : Tener en cuenta la existencia paralela del Tempest como competidor del SCAF, dado que la coexistencia de dos programas dificulta la construcción de la base industrial y tecnológica de la defensa europea (BITDE).

LISTA DE LAS PROPUESTAS

Propuesta 1: Dar prioridad a la firma, a comienzos de 2021, de un contrato marco global para continuar el desarrollo del demostrador del SCAF hasta 2025/2026, en lugar de una sucesión de contratos que requieran una reiterada validación política.

Propuesta 2 : Mejorar el entendimiento mutuo entre los tres socios; definir y publicar una “estrategia industrial de defensa conjunta” que incluya una programación provisional de los proyectos conjuntos.

Propuesta 3 : Alentar a los tres socios a acelerar el calendario del SCAF, para que forme parte de los planes de reactivación de la actividad económica posterior al coronavirus. Prever así que el programa finalice antes de 2040.

Propuesta 4: Invitar al socio alemán a firmar, con el socio español, un acuerdo sobre las exportaciones de armamento similar al firmado con Francia.

Propuesta 5 : Considerar la inteligencia artificial como un “pilar transversal” del SCAF, que debe desarrollarse previendo el campo de aplicación más amplio posible. Reactivar los debates internacionales sobre los sistemas de armas autónomos letales (SALA) para alcanzar un marco legal claro, de acuerdo con la ética y los principios del derecho internacional humanitario.

Propuesta 6 : Considerar el pilar “nube de combate” como una prioridad del mismo nivel que el avión y el motor. Preparar desde ahora la integración de la nube de combate del SCAF con el Sistema de Información y Mando (SIC) Scorpion.

Propuesta 7 : Realizar las inversiones necesarias para equipar el demostrador previsto para 2026 con el motor M88 (motor del Rafale) o una evolución del mismo.

Propuesta 8 : Al mismo tiempo que se trata de obtener las mayores prestaciones posibles, integrar las preocupaciones ambientales desde el inicio del programa SCAF.

Propuesta 9 : Apoyar durante toda la duración del programa SCAF el principio del Mejor atleta (o “Best Athlete”: el que ya haya demostrado tener la competencia será el líder) para evitar los errores del programa A400M, al mismo tiempo que se permanece atento a la participación de las Pymes y de las empresas de tamaño medio francesas de defensa en el programa.

Propuesta 10 : Consolidar la posición del socio español en el pilar “sensores”.

Propuesta 11 : En materia de propiedad intelectual, proteger el “background” de los industriales. Prever un uso del “foreground” (las tecnologías que emergen durante el desarrollo) equilibrado: garantizar a cada país participante la posibilidad de mantener y hacer evolucionar el SCAF después de su puesta en servicio; proporcionar una protección adecuada de las innovaciones.

Propuesta 12 : Integrar a la ONERA (Oficina Nacional francesa de Estudios e Investigaciones Aeroespaciales) en el programa SCAF, a un nivel justo teniendo en cuenta las competencias eminentes de este organismo en materia de aviación de combate. Incitar a los industriales a que recurran a la ONERA para la subcontratación.

Propuesta 13 : Esforzarse por ampliar el programa SCAF, en sus siguientes etapas (después de 2026), a nuevos países europeos. Desarrollar entonces las sinergias con los instrumentos europeos de defensa (PEDID, CEP y FEDef), en particular desde el punto de vista de la implantación de estándares de interoperabilidad europeos.

Propuesta 14 : Tener en cuenta la existencia paralela del Tempest como competidor del SCAF, dado que la coexistencia de dos programas dificulta la construcción de la base industrial y tecnológica de la defensa europea (BITDE).

I. EL SCAF, UN PROGRAMA DE COOPERACIÓN NECESARIO PARA LA AUTONOMÍA ESTRATÉGICA EUROPEA

El SCAF, programa de gran ambición, tiene una triple dimensión: proyecto político vinculado a la amistad franco-alemana, al que después se unió España, respuesta a una necesidad de capacidades , iniciativa indispensable para la preservación de la autonomía estratégica francesa y que contribuye a la creación de una autonomía estratégica europea . Por su naturaleza de “sistema de sistemas”, tiene la intención de constituir una respuesta innovadora a las amenazas a las que las fuerzas armadas deberán afrontar en el horizonte de 2040.

A. UNA NECESIDAD DE CAPACIDADES COMÚN ENTRE FRANCIA, ALEMANIA Y ESPAÑA EN EL HORIZONTE DE 2040

1. La sustitución del Rafale y del Eurofighter Typhoon
a) Necesidad de capacidades

La principal razón para lanzar el programa SCAF es responder a una necesidad de capacidades de los ejércitos del aire francés, alemán y español en el horizonte de 2040.

De hecho, existe una coincidencia relativa de las necesidades de renovación del equipamiento en aviones de combate para los tres países:

- por el lado francés , necesidad de encontrar un sucesor para el Rafale en servicio en la Marina desde 1998/99 y en el ejército del aire desde 2006, y cuya retirada está prevista alrededor de 2060. Así, el SCAF tomará progresivamente el relevo del Rafale F3R 1 ( * ) , cualificado por la DGA en julio de 2018 y, después, del próximo Rafale F4, que mejorará la conectividad del avión, las capacidades de guerra electrónica y la eficacia del radar, lo que constituye un primer paso hacia el SCAF. El SCAF también debería poder asumir la misión de disuasión nuclear ;

- por el lado alemán , necesidad de prever la sucesión del Eurofighter, en servicio en la LuftWaffe desde 2004 y que debería retirarse sensiblemente al mismo tiempo que el Rafale, después de haber sido mejorado mientras tanto. El nuevo sistema debería permitir que Alemania siga cumpliendo sus misiones nucleares en beneficio de la OTAN (bombas de gravedad B61 transportadas por Torandos P200);

- por el lado español , sustitución del Eurofighter, que se encargó en 2010, 2014 y 2017. Cabe destacar que los F/A-18A del ALA 46 español, con base en Canarias, procedentes de los stocks norteamericanos en los años 1980, llegarán a su vencimiento en 2025. Lo mismo ocurrirá, posteriormente, para unos sesenta aviones del mismo tipo adquiridos posteriormente por el ejército del aire español. La Armada española también utiliza una docena de aviones AV-8 Harrier II desde el portaaviones Juan Carlos I. Para satisfacer estas necesidades de renovación, España podría verse tentada a adquirir F35B, el único avión en el mercado que podría despegar verticalmente desde el portaaviones. Sin embargo, hasta ahora, no se ha adoptado esta solución, por una parte debido a la “preferencia europea” de España y, por otra, al elevado coste de los F35B. Aunque se eligiera el F35B, probablemente no sería una elección que orientara definitivamente a España hacia el fabricante de aviones norteamericano.

El nuevo sistema de armas aéreo que sucederá al Rafale y al Eurofighter tendrá que ser un sistema polivalente 2 ( * ) adaptado al contexto de 2040 y a las décadas siguientes, hasta su retirada, probablemente alrededor de 2080. La opinión general es que este contexto estará marcado por una mayor disputa por parte de nuestros adversarios del espacio aéreo a través de estrategias de “antiacceso/denegación de zona” (en inglés, Anti-Access / Area Denial, A2/AD), aplicadas mediante sistemas de detección (radar de banda ancha) y sistemas antimisiles (por ejemplo, el S400 ruso y sus sucesores) sumamente eficaces. Esto tendrá como resultado un riesgo de imposibilidad de penetración en los espacios enemigos, a pesar de que el dominio de la tercera dimensión sigue siendo indispensable para cualquier acción militar, incluso en tierra.

Por otra parte, el nuevo avión de combate deberá poder transportar tanto el arma nuclear francesa como el arma nuclear de la OTAN implementada por Alemania, lo que tendrá una repercusión que aún se debe precisar en sus características.

b) Consecuencias para el futuro portaaviones

El tamaño y el peso del nuevo avión de combate tendrán consecuencias para las dimensiones de cualquier futuro portaaviones francés y para el tamaño de los misiles que se podrán utilizar y desarrollar en el futuro.

Actualmente, el Rafale Marine tiene una envergadura de 10,90 metros, una longitud de 15,27 metros, una masa en vacío de 10 toneladas y una masa máxima de 24 toneladas con el armamento. El NGF será más pesado, al menos por tres razones: deberá poder transportar más operadores remotos, tener una mayor autonomía en vuelo y su tecnología de sigilo probablemente implicará “bodegas” de cierto volumen para los misiles.

A modo de comparación, el caza furtivo norteamericano F22 mide 13,56 metros de envergadura, 18,9 metros de longitud, pesa 20 toneladas en vacío y hasta 35 toneladas con su carga completa. La maqueta del NGF presentada en Le Bourget tenía 18 metros de longitud. El almirante Christophe Prazuck, jefe del Estado Mayor de la marina, también mencionó durante su intervención en el Senado el 23 de octubre de 2019 una masa de alrededor de 30 toneladas para el NGF , así como dimensiones mayores que el Rafale, lo que implicaba un portaaviones mucho más grande y pesado ??que el Charles de Gaulle. Por lo tanto, el orden de magnitud propuesto sería de 70.000 toneladas para un portaaviones de 280 a 300 m de longitud, frente a 42.000 toneladas y 261 metros para el portaaviones actual.

2. Conservar un avión “soberano”, mantener competencias de vanguardia

Si no se lanza ahora el desarrollo de un avión europeo, Francia y Alemania probablemente tendrán que disponer de una solución no soberana en 2040. Probablemente será el F35, que debería permanecer en funcionamiento hasta alrededor de 2080, o uno de sus sucesores norteamericanos.

Francia renunciaría así a su autonomía estratégica. También renunciaría a parte de su base industrial y tecnológica de defensa. Recordemos que Francia es uno de los tres únicos países, junto con Estados Unidos y Rusia, que puede construir completamente un avión de combate.

Lo mismo ocurriría con Alemania. Este país, a pesar de su actitud tradicionalmente más favorable hacia Estados Unidos en la materia, también decidió en abril de 2020 comprar 93 aviones de combate Eurofighter (BAE Systems, Airbus y Leonardo) y 45 F-18 norteamericanos (Boeing) para renovar su flota de Tornados capaces de transportar la bomba nuclear norteamericana, y no F35 , como les incitaban los norteamericanos, argumentando que solo un avión estadounidense podría transportar esta bomba (mientras que el Tornado, el portador actual en las fuerzas alemanas, es un avión europeo).

Además, el abandono de la autonomía estratégica que resultaría de la ausencia de un nuevo programa de sistema de combate aéreo o de un lanzamiento demasiado tardío sería, probablemente, definitivo . En efecto, sería muy difícil para los industriales europeos, en particular los fabricantes de aviones y los fabricantes de motores, pasar por alto una generación de aeronaves. Las competencias punteras necesarias en este ámbito sólo pueden mantenerse mediante la participación efectiva en programas industriales . En particular, para los dos principales industriales franceses implicados en el proyecto NGF 3 ( * ) , Dassault y Safran, el último programa militar se remonta, con el Rafale, a los años 1980. El fabricante de aviones no ha desarrollado ningún nuevo avión de combate desde entonces, y el fabricante de motores no ha realizado ningún motor completo (partes caliente y fría) desde el M88 que equipa el Rafale. Por lo tanto, es urgente que los dos industriales puedan trabajar en un nuevo proyecto de gran escala, movilizando todas las competencias necesarias para la realización de una aeronave completa.

Los representantes de Safran y el Director Ejecutivo de Dassault, a los que escucharon los ponentes, calificaron el SCAF, como nuevo programa de sistema de combate aéreo, de “proyecto existencial” . Es este carácter existencial para la autonomía estratégica europea lo que, en definitiva, justifica plenamente que la necesidad expresada no debe ser satisfecha por un avión comprado “en las ofertas”. Inversamente, es posible que el A400M no presentara el mismo carácter “existencial” para Airbus (como señala el Tribunal de Cuentas en su informe de 2010 sobre la gestión de los programas de armamento 4 ( * ) ).

También es conveniente destacar que en materia de aviones de combate, la “tendencia” internacional es hacia programas soberanos. En efecto, muchas potencias regionales han decidido desarrollar su propio avión de combate , especialmente en Asia, con fines de soberanía, pero también para desarrollar un tejido industrial local. Este es el caso de China con el Chengdu J-20, un bimotor furtivo; Corea del Sur, que está desarrollando un avión de combate en cooperación con Indonesia, el KF-X; India, que desarrolla el HAL AMCA por medio del industrial nacional Hindustan Aeronautics; Japón, que también está desarrollando un avión furtivo (ya que no puede adquirir el F22 que los norteamericanos se han negado a exportar); Turquía e Irán. Por lo tanto, la adhesión de los países miembros del programa SCAF a su autonomía estratégica es ampliamente compartida.


* 1 Este nuevo estándar permitirá al Rafale transportar el misil aire-aire de largo alcance METEOR asociado al radar RBE2 AESA, de antena activa, que permite atacar blancos que vuelan a un centenar de kilómetros. También podrá instalar el sistema de designación de blancos TALIOS. Esta nueva versión del Rafale también está equipada con un interrogador IFF compatible modo 5 / modo S y un sistema AGCAS (Automatic Ground Collision Avoidance System / Sistema automático de evitación de colisiones en tierra). El enlace 16, el radar RBE2 AESA y el sistema de guerra electrónica SPECTRA se han mejorado. Además del misil METEOR, podrá transportar bombas guiadas por láser GBU-16 (500 kg) así como Armamentos aire-tierra modulares (A2SM) Block 3.

* 2 Actualmente, el Rafale es un avión polivalente por diseño, (incluso omnivalente como sostiene Dassault aviation) mientras que el Eurofighter es un avión de superioridad aérea que ha sido adaptado recientemente a las misiones aire-tierra.

* 3 El next generation fighter, que constituye junto a los “remote carriers” (drones) y la nube táctica los elementos del futuro NGWS (new generation weapon system), centro del SCAF.

* 4 https://www.ccomptes.fr/sites/default/files/EzPublish/1_conduite-des-programmes-armement.pdf

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